Colección de discursos agrupados numéricamente

5.205. Aridez

“Monjes, he aquí estas cinco clases de aridez mental. Y, ¿cuáles son esas cinco?

“He aquí, monjes, el monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza. Cuando el monje está así, perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la primera clase de aridez mental.

“Además, monjes, el monje está perplejo acerca del Dhamma… perplejo acerca del Sangha… perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza. Cuando el monje está así, perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la cuarta clase de aridez mental.

“Además, monjes, el monje está irritado con sus compañeros monjes, disgustado y resentido con ellos, mal predispuesto en su contra. Cuando el monje está así, irritado con sus compañeros monjes, disgustado y resentido con ellos, mal predispuesto en su contra, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… ni la energía, esta es la quinta clase de aridez mental.

“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental”.