Colección de discursos agrupados temáticamente
Assu Sutta
15.3. Discurso de las lágrimas
Estando en Savatthi, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras:
“Este samsara tiene comienzos inmemorables. No hay evidencia alguna de su punto de inicio, a partir del cual los seres agobiados por la ignorancia y encadenados por la avidez, están transmigrando y deambulando sin cesar. ¿Qué opináis, monjes: qué es lo más grande, las lágrimas que habéis derramado mientras transmigrabais y deambulabais a través de este muy largo tiempo –gritando y llorando por estar ligados al displacer y estar separados de lo placentero- o, las aguas de los cuatro grandes océanos?”
“De acuerdo al Dhamma enseñado por el Bienaventurado, entendemos que esto es más grande: las lágrimas que hemos derramado mientras transmigrábamos y deambulábamos a través de este muy largo tiempo –gritando y llorando por estar ligados al displacer y estar separados de lo placentero- y no las aguas de los cuatro grandes océanos.”
“¡Excelente, monjes! ¡Magnífico! ¡Es excelente cómo vosotros entendéis este Dhamma enseñado por mí!
“Efectivamente, esto es más grande: las lágrimas que habéis derramado mientras transmigrabais y deambulabais a través de este muy largo tiempo –gritando y llorando por estar ligados al displacer y estar separados de lo placentero- y no las aguas de los cuatro grandes océanos.
“Por largo tiempo, monjes, repetidamente, habéis experimentado la muerte de la madre. Las lágrimas que derramasteis por la muerte de la madre, mientras transmigrabais y deambulabais a través de este muy largo tiempo –gritando y llorando por estar ligados al displacer y estar separados de lo placentero- fueron más grandes que las aguas de los cuatro grandes océanos.
“Por largo tiempo, monjes, repetidamente, habéis experimentado la muerte de la madre… la muerte de la hermana… la muerte del hijo… la muerte de la hija… la pérdida de los parientes… la pérdida de las riquezas… la pérdida de la salud. Las lágrimas que derramasteis por la muerte de la salud, mientras transmigrabais y deambulabais a través de este muy largo tiempo –gritando y llorando por estar ligados al displacer y estar separados de lo placentero- fueron más grandes que las aguas de los cuatro grandes océanos.
“¿Por qué es así? Porque este samsara tiene comienzos inmemorables. No hay evidencia alguna de su punto de inicio, a partir del cual los seres agobiados por la ignorancia y encadenados por la avidez, están transmigrando y deambulando sin cesar. Por muy largo tiempo experimentasteis el dolor, experimentasteis penas, experimentasteis pérdidas, experimentasteis cementerios –tiempo suficiente para llegar a desilusionarse de todas las cosas condicionadas, tiempo suficiente para llegar a ser desapasionados, tiempo suficiente para llegar a ser liberados”.