Colección de discursos agrupados temáticamente
Pathamaayu Sutta
4.9. Primer discurso sobre el espacio vital
Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los bambúes, en el santuario de las ardillas, cerca de Rajagaha. Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, el espacio vital de los seres humanos es corto. Uno tiene que pasar a la vida venidera. Uno debe hacer lo que es beneficioso y conducente a la vida santa; alguien que tomó el nacimiento, no puede evitar la muerte. Alguien que vive mucho, monjes, vive cien años o un poco más”.
Entonces Mara, el Malvado se acercó al Bienaventurado y se dirigió a él en verso:
El buen hombre no debe desdeñarse de él.
Uno debe vivir como un lactante:
La muerte no ha hecho su llegada”.
[El Bienaventurado:]
“Corto es el espacio vital de los seres humanos,
El buen hombre debe desdeñarse de él.
Uno debe vivir como alguien con la cabeza en llamas:
He aquí, no se puede evitar la llegada de la muerte”.
Entonces Mara, el Malvado, descubriendo: “El Bienaventurado me reconoció, el Afortunado sabe que soy yo”, triste y decepcionado desapareció de allí.